Hoy ha sido el último día de mi curso de formación en Florencia. Ha sido un día agridulce, ya que continuado con nuestras clases prácticas sobre otros tipos de yoga pero la despedida, muy emotiva a la vez que triste. Durante una semana 10 personas de diferentes nacionalidades hemos compartido una experiencia inolvidable, pues este tipo de sesiones hace que las relaciones sociales y la interacción profesor-alumno y alumno-alumno sea mayor. ahora con ganas de llegar a nuestro entorno educativo y compartir mi experiencia con todos los miembros de la comunidad educativa.